Las operadoras de telefonía saben dónde están los celulares de sus
clientes, en ocasiones dentro de un radio inferior a 30 metros. La
tecnología de rastreo ha rescatado a conductores perdidos, ayudado a las
autoridades a encontrar personas secuestradas y permitido a los padres a
controlar a sus hijos. Aun así, esta tecnología no siempre se usa de la
forma que pretende la compañía telefónica. Hace aproximadamente un año,
Glenn Helwig tiró a su esposa al suelo de su dormitorio en Corpus
Christi, Texas, según alegó la mujer a la policía. La señora Helwig
cargó sus cosas en el auto y condujo a casa de un amigo, cuenta. No
esperaba que él la encontrara.
Al día siguiente, afirma, su esposo
“apareció de repente”. Según informes de la policía, entró a empujones,
la golpeó y se marchó con el auto.